Con toda seguridad, Yasunari Kawabata es uno de mis referentes. Sus narraciones consiguen una mezcla de emociones que van desde el estremecimiento, la tristeza y el asco al miedo. Miedo de lo que el ser humano es capaz, de lo que se esconde en los entresijos de cada uno. Huérfano, insomne, cineasta en su juventud, fue amigo de Yukio Mishima y Premio Nobel en 1968. La soledad, el erotismo y la muerte son, quizás, los ejes que gobiernan el mundo de sus personajes, junto con la dulzura y la profunda comprensión del mundo que escondemos tras las apariencias. Aunque La casa de las bellas durmientes me causó una profunda impresión, no es una obra que pueda agradar a tod@s, así que os presento Historias de la palma de la mano. Son 146 relatos, muy breves, escritos entre 1921 y 1972. «Muchos escritores, en su juventud, escriben poesía. Yo, en lugar de poesía, escribí los relatos que caben en la palma de la mano. […] El espíritu poético de mi juventud vive en ellos.»
En este volumen encontramos una selección de 70 relatos que nos sumerjen en un mundo de símbolos escondidos en objetos cotidianos. De héroes que desaparecen en el anonimato, de la delicadeza de las pequeñas cosas y de la belleza del mundo natural no estropeado aún por el hombre. A veces sus relatos esconden fábulas y lecciones para lo que podría ser un mundo mejor. Pero, mientras ese mundo llega, podemos disfrutar de la dureza de sus hermosas palabras.