Sería lógico pensar que un padre quiere que su hijo sea feliz, pero el padre que nos cuenta su vida en esta novela, no, un puñetero egoísta, pero ahí está la gracia…hay muchos así. Eso de que su hijo quiera vivir bajo los cocoteros con la única pretensión de ser feliz le reconcome, «hubiera preferido un hijo criminal o terrorista antes que un militante de la felicidad». El planteamiento me encanta y el arranque es espectacular, con un estilo depurado y mucha mala leche, digamos, hasta la página 43, después el sopor. No sé exactamente el motivo. Puede que porque se convierte en repetitiva, en realidad no sucede nada salvo que conocemos su mierda de vida pero tampoco es eso. Como tampoco es que el estilo cambie, al contrario, es el mismo. Y lo que se nos cuenta son las tonterías de un hombre (francés) de mediana edad. Igual es eso, que ese tipo de historietas de viejo gruñón me aburren. Tampoco me he reído, si alguna vez fue ese el objetivo de esta autora, Yasmina Reza, con gran éxito como actriz y dramaturga.
La novela Una desolación tuvo una gran acogida y estuvo entre las 20 mejores novelas de la revista «Lire» del año 2000. No es una mala novela, ni mucho menos. Tampoco es tediosa, no me malinterpretéis, y está muy bien escrita. Simplemente, no me interesan los productos bien hechos sin sangre, sin garra, en este sentido es desoladora, si me permitís la gracia. Eso sí, como película (francesa) no tiene precio, no de las buenas películas francesas, sino de esas que no van a ninguna parte, con una trama que no mantiene la atención. Si esta novela la hubiera escrito un americano, pongamos Philip Roth, sería más burda. Si fuera inglesa del estilo de Ian McEwan sería más bestia y morbosa, pero como es francesa es aséptica. No siempre pero, a veces, los franceses confunden la asepsia con la elegancia. Igual es eso.
¿Qué pensáis? bertadelgadomelgosa@gmail.com ❤
Pd. Podéis adquirir OSTRANENIE escribiendo al email, os recuerdo que se trata de mi nuevo libro de relatos y fotografías junto a masLucena. Os dejo el booktrailer.
Muchísimas gracias, Gustavo, por pasarte y comentar. Pues no he leído nada suyo, tomo nota. Un abrazo 🙂
Si no se escribe desde las entrañas, para darte por entero frente a ti mismo, lo demás son ejercicios de salón. Eso es lo que pienso. Si no lo has frecuentado, lee algo del recientemente fallecido Rafael Chirbes y ya me dirás.
Un abrazo
Pues mira..coincido contigo en lo de Madame Bovary…que me parece una bobada en comparación con cualquier obra española como La Regenta o cualquiera de Galdós. En cuanto a Calvino…no …me gusta mucho…El barón rampante es una pasada…pero no es fácil de leer… eso no…quizá he pensado más en algunas películas francesas que en obras literarias…no sé…en cualquier caso es una opinión… otro abrazo desde España 🙂
Hola Berta, feliz año. Efectivamente, hay autores que aunque escriban bien, si sus páginas no tienen algo motivante, esa «garra», no capturan al lector. No creo que la asepsia de esa escritura sea algo propio de los franceses; mi impresión de ellos (quizá parcial) es otra, es una mezcla de cartesianismo y seducción que al menos a mí sí me ha convencido (sin embargo no en Madam Bovary, obra que me dejó a medias). Pero los tiempos actuales pueden o generar genios, o puede engendra escrktores si plemente «mestieranti» (de lfkio). En Italia Calvino atrajo miles de lectores por una escritura suavecita, correcta, impecable y por tramas y fabulaciones vanguardistas y no niego que interesantes. Pero a mí nunca me entusiasmó, ni perdería mi tiempo leyéndolo.Y un fenómeno reciente de muchos libros para un público tranquilo es Camillieri. O sea que en todas partes se cuecen habas.
Un abrazo desde México.