Lamento repetirme, pero Heinrich Böll es mi autor favorito. No es que no tenga más, hay siempre muchos, pero de todos no leeré su obra completa. Soy consciente de que es difícil que sea un autor que se ponga de moda, aunque sus escritos sean, tristemente, tan actuales, ya que se centran en el momento más oscuro de la historia de Europa como fue la Segunda Guerra Mundial y la postguerra de lo que no estamos tan lejos como les gustaría a esos señores de negro que mandan y nos mandan despreciar lo que fuimos hace no tanto, como digo: desesperados, hambrientos, trémulos.
El tren llegó puntual es la historia de una intuición que más parece una epifanía. Es la verdad que nos late dentro, pero que sólo si escuchamos atentamente somos capaces de comprender, como cuando sabemos que amaremos a esa persona por encima de nuestros condicionamientos, por ejemplo. Que el protagonista sea un joven soldado alemán que va en un tren cruzando Polonia durante la guerra sólo nos puede hacer pensar en los trenes que llevaban a los judíos a los campos de exterminio y poco importa que sea alemán o judío, el protagonista es un ser humano cruzando las fronteras del miedo, reza y no sólo por pura desesperación y lo hará hasta encontrarse con lo poco que somos. Nuestra existencia, pobre, por lo general, se puede resumir en unas pocas frases. No es que seamos tan poco, somos y podemos ser mucho, aunque en ocasiones no nos permitamos más que quedarnos con las sobras.
La gran calidad de Böll se refleja una vez más en esta novela corta cuya prosa, tan sencilla que parece mecer el viento, no impide la gran profundidad de su conocimiento del ser humano que, las más de las veces, merece nuestra indulgencia y, a veces, nuestro perdón.
PD. Gracias por seguirme ❤ Os dejo el programa de radio SIN ACRITUD, en la 97 irratia de Bilbao donde hablé la pasada semana de OSTRANENIE de la ciudad de Bilbao y de mi forma de escribir. Siempre las últimas noticias de OSTRANENIE en el blog ostraneniesite.wordpress.com o, como siempre, cualquier comentario en bertadelgadomelgosa@gmail.com
Hola!! tengo alguna otra reseña de Böll…pues no sé alemán…pero si el cuento está en el volumen Los silencios del Dr. Murke es brutal. Vas a alucinar..bueno, todo el libro es increíble. Utilicé una de las frases para dar título a un cuento de mi último libro, Ostranenie. Por favor…ya me drias qué te parece eh?? salu2
Me encanta Böll y me ha encantado esta reseña. Porque además estoy estudiando alemán y el próximo lunes empiezo a leer un cuento de Böll con mi profesor: «Nicht nur zur Weihnachtszeit». No se cual es la traducción en castellano (seguramente tu si lo sepas?), pero vendría a ser «No solo en navidades.» Me apetece mucho el desafío porque es nunca he leído la historia, y tiene pinta de ser muy buena y típica Böll.
Hola Jose Luis, espero que ya estés mejor y que me digas cuando puedas que te parece mi libro eh? 🙂 No he leído a Mann aun…El tambor de hojalata es de Grass, creo y Vargas Llosa tiene un ego excesivo, pero es mi escritor latino que mas me gusta. Cuidate. Un abrazo.
Hola Berta, he estado un poco mal de salud, pero ya estoy mejor. Comparto contigo el gusto por las obras de Böll, el escritor alemán de los tiempos recientes que más me gusta, junto con otro gigante del conocimiento de la condición humana, Thomas Mann. Pero a diferencia de las ambiciosas construcciones como La montaña mágica o Dr Faustus (novela total, las llaman algunos) de Mann, Heirich Böll construye sus historias con una sencillez de argumento y de lengua (a mí me conmueven siempre, en cada relectura El tambor de hojalata y sobre todo Confesiones de un payas) que como señalas, no están peleadas con la profundidad de visión y con un gran cariño por sus personajes, que a fin de cuentas son símbolos, metáforas, o retratos novelados de seres humanos que sufren y que merecerían no sufrir. Si la literatura no toca las fibras más sensibles de nuestra alma (perdón por la palabra, cómo me atrevo, en tiempos postmodernos, a parecer un crítico decimonónico hablando del alma), si no nos hace por lo menos desear o aspirar a otra relidad, no ser indiferentes al dolor y a la injusticia institucionalizada, entonces la literatura, todas las artes, no sirven para nada. Y una última reflexión, sobre los dos escritores que he mencionado:al releerlos nos salta a la vista la vitalidad con la que puede aún valerse un escritor de las técnicas del realismo. Y esto en el campo latinoamericano, podría tal vez valer (en parte) para Vargas Llosa.Un abrazo.
Date: Tue, 29 Mar 2016 11:08:45 +0000 To: joseluisbernalarevalo1@hotmail.com
Gracias a ti por pasarte y comentar. Salu2
Gracias que interesante reseña, voy a leerlo, siempre interesantes tus publicaciones.
Hola! Nada de disculparse 🙂 es un premio Nobel alemán de los 40 o 50. Su obra más famosa es Opiniones de un payaso y puedes encontrar en mi blog otros posts sobre este autor. Un abrazo. 🙂
Perdón por mi ignorancia, pero no conozco a este autor… me pongo a ello Berta 🙂