Vlog. Berta Delgado Melgosa habla del estilo literario


Hoy hablamos del estilo literario, eso inasible y escurridizo. Si estás empezando a escribir o quieres saber qué es este concepto este vídeo es para ti. Gracias por estar al otro lado de los cables, espero veros muy pronto.

Un abrazo ❤

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Berta Delgado Melgosa. Profesora, narradora y correctora de estilo.
Dra. en Teoría de la literatura y literatura comparada

Vlog. Alistair MacLeod: Isla todos los cuentos

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Empieza a ser recurrente esto de hacer un vídeo para compartir con vosotrxs reflexiones literarias como las que veníamos haciendo en MONÓLOGO INTERIOR. Os dejo un vídeo en el que hablo de uno de mis escritores favoritos, Alistair MacLeod y su obra de compendio Isla: todos los cuentos. Espero que os interesen estos cuentos y este autor y que me digáis vuestrxs impresiones.

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MIGUEL DE UNAMUNO: CUENTOS COMPLETOS

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La llamada Generación del 98 es un referente para mí. A pesar de lo controvertido del término, engloba a una serie de escritores y ensayistas nacidos entre 1864 y 1876, marcados por la crisis moral, política y social desencadenada en España por la derrota militar en la guerra con Estados Unidos y la pérdida de las últimas colonias (Puerto Rico, Guam, Cuba y Filipinas) en 1898. Baroja, Valle-Inclán, los Machado, Juan Ramón y, claro está, Unamuno entre otros tantos, son nombres de cuyas obras no me gusta alejarme. Por eso me ha hecho especialmente ilusión ver compilados los cuentos completos del bilbaíno Miguel de Unamuno. Os comparto el enlace de mi crítica para Culturamas. Para los más remolones os la dejo aquí y espero que os acerquéis a cualquiera de las obras de Don Miguel como Niebla, San Manuel Bueno, mártir, o La tía Tula.

Los cuentos de Unamuno no acostumbran a indicarse dentro de sus obras debido a su dispersión y dificultad de datación, por lo que esta recopilación de sus cuentos en Páginas de Espuma, cuya edición es de J. Óscar Carracosa Tinoco, se había vuelto necesaria.

Cierto es que los cuentos, por lo general, son considerados como obras menores y, en el caso de Unamuno, tan asistemáticos como el resto de su producción pero, como él mismo explica, algunos son el germen de una novela, es decir, pone un huevo y lo empolla hasta que surge un cuento largo o una novela corta que lo convierten en un escritor ovíparo, dada su propia clasificación dentro de la composición. Precisamente, su gusto por “hablar cosas del oficio” de la escritura, es una de las cuestiones por las que defiendo la lectura de don Miguel, aunque confieso que el 98 es una predilección personal. Dudo que España haya salido del marasmo que veían aquellas grandes mentes ni que la masa, que Unamuno se afanaba por educar, haya cambiado en exceso. Si España es un país de garrulos no es cuestión que venga aquí al caso, sino comprobar la vigencia de su pensamiento tanto filosófico como estético (salvo alguna cosa) y descubrir temas como el suicidio, la ignorancia, las tradiciones, casi siempre hechas para romperse, o el amor. Hay mucho amor en estas páginas, muchas veces trágico pero verdadero, pues la rectitud moral de su pensamiento no le permitía aceptar las manipulaciones rastreras. También estos cuentos son costumbristas. Especialmente interesante es caminar por su (mi) adorado Bilbao y descubrir sus calles y sus gentes. Y muerte, también hay muerte entendida como desnacer.

En esta compilación no encontraremos siempre cuentos del modo en que entendemos los relatos ahora, que, en muchas ocasiones, adolecen de una flagrante falta de originalidad estética y parecen meras copias unos de otros. Son los textos que nacen de dentro, que se han ido haciendo a medida que lo ha hecho su pensamiento, en los que vemos sus obsesiones, su preocupación política o el desarrollo de sus ideas referentes a la literatura. Son la génesis de sus obras maestras y que son, por eso mismo, un soplo de aire fresco. No procede aquí hablar de conceptos narratológicos para hacer sesudos análisis teórico-literarios. Lo que debemos hacer al acercarnos a esta compilación es leer desde lo que supone ser un verdadero escritor que habla desde su propia verdad, que expresa su pensamiento, que nos explica los procesos de escritura y donde palpamos la coherencia de su filosofía, en ningún caso, trasnochada en nuestra opinión, sino más bien plenamente vigente.

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CHARLES BAXTER: GRIFO

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Estados Unidos es un país con una gran tradición cuentística. El primer autor que nos viene a la mente es Raymond Carver, maestro de la concisión y el primer escritor, junto con Chéjov, que cualquier aspirante a narrador menciona como referente (incluida yo).  Baxter no es tan famoso como Tobias Wolff o Richard Ford, por mencionar otros autores estadounidenses. Es profesor de escritura creativa en las universidades de Michigan y Minnesota. En 1997 ganó el Premio de la American Academy of Arts and Letters y en 2000 fue finalista del National Book Award con El festín del amor, cuya adaptación se llevó al  cine con el título El juego del amor​ en 2007, la dirigió Robert Benton y la protagonizaban Morgan Freeman, Fred Ward y Gred Kinnear.

El foco de los relatos en Grifo es la vida cotidiana de una clase media americana llena de dudas y amarguras. No obstante, el modo de tratar sus cuentos es muy diferente a lo que entendimos por realismo sucio. Si en el caso de Carver fue su editor, Gordon Lish, quien decidió quitar carne hasta llegar al hueso, Baxter se explaya, recrea ambientes en los que el lector se zambulle y consigue mantener la atención en detalles que nos llevan a aspectos dramáticos, incluso. No en vano, el propio Baxter dice que no hace falta quemar un Chevrolet o matar a alguien en la primera página para mantener la atención. Por tanto, tiene una manera particular de narrar que nos aleja de los relatos clonados que vemos por todas partes, porque no sólo relata pinceladas, sino que nos permite conocer de manera íntima los personajes, con un humor sutil, mientras vemos cómo llega la tormenta. En ocasiones sólo será un acontecimiento aparentemente casual, que provoca un cambio en la vida de esos personajes. Otras veces, es una especie de sartenazo amable (si me permitís la expresión) con el que tanto los personajes como los lectores quedarán tocados pero no hundidos.

Grifo es uno de esos libros que empiezas con curiosidad pero terminas con dolor. La amabilidad, que no inocencia ni melodrama, de su narrativa me ha calado y espero que también lo consiga con vosotrxs. Lo cierto es que cuantos más cuentistas conozco, más inmerecido me parece el Nobel de Alice Munro. Totalmente recomendable.

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ALFREDO CONDE: LA SECUELA Y OTROS CUENTOS DEL CARAJO

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Gracias por estar ahí después de estos meses que necesito cada año para desconectar de las redes, pero ya tenía ganas de contaros nuevas cosas y en breve os presentaré mi página web <3.

Los que me seguís desde hace tiempo conocéis mis filias, fobias y también mi afecto y especial predilección por la obra de Alfredo Conde, de la que no me cansaré de repetir que merece un profundo estudio y difusión. Don Alfredo, Premio Nacional de Literatura, Premio Nacional de la Crítica, Premio Nadal y otros tantos merecidos premios, me agradeció personalmente la crítica de Los otros días, una de sus mejores novelas. Para mí, sus palabras fueron un orgullo y también una lección de humildad que no voy a olvidar.

La cosmovisión o weltanschauung que se refleja en sus obras como Memoria de soldado, se centra, en  mi opinión, en el ser humano al que, a pesar de su estilo mordaz y socarronería típicamente gallega, no abandona a su suerte, sino que desciende con cada personaje a los infernos de sus miedos, el paso del tiempo, la muerte o la (in)moralidad. Pese a todo, el humor negro, las más de las veces, está muy presente. Y ese es, en concreto, el nexo de unión de los relatos La secuela y otros cuentos del carajo, que habían estado dispersos hasta ahora. Después de la estupenda novela El beato, crítica y revisionista con el descubrimiento de las Indias que, como sabéis, ni lo uno ni lo otro, nos presenta esta compilación de cuentos en línea con ese humor un tanto escabroso, del que hablábamos.

Se suele pensar, erróneamente, que el relato es un subgénero menor. Tras el Premio Nobel a Alice Munro (inmerecido si comparamos su obra, por ejemplo, con la de su compatriota Alistair MacLeod, del que algún día os hablaré), parecen haber cambiado las tornas, aunque sigue pareciendo mal visto divertirse con la lectura de relatos. Afortunadamente, Don Alfredo hace lo que quiere y le da la gana, ese tipo de cosas que no sólo dan las canas sino el buen hacer literario, y puebla estos cuentos de una visión muy clara de lo tristes que somos los humanos, de lo poquito que somos una vez que escarbamos en nuestro interior, de esa manera tan sarcástica, precisa y concisa tan suya. Por eso nos conviene volver a su obra, para deleitarnos de un lujo que está al alcance de muy pocos: utilizar el ingenio para hacernos disfrutar con alardes técnicos como los del cuento titulado «El fleje de papá o con las cosas del amor nunca se sabe», mientras el vagón del tren se nos queda mirando al no dar crédito de que aún seamos capaces de de reír a carcajadas con un buen libro. Va por usted, Don Alfredo. Bo día.

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ALEXANDER PUSHKIN: HISTORIAS DE BELKIN

 

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Os dejo aquí mi último artículo para la revista Opulix.com, contadme que opináis en bertadelgadomelgosa@gmail.com ❤

A veces me preguntan por qué la mayoría de mis críticas no están dedicadas a libros recién publicados y siempre digo lo mismo: yo reseño lo que leo a medida que lo leo, así que vuelvo a mis intereses en literaturas como la japonesa o la rusa, aunque procuro variar épocas, autores y tendencias. Reconozco que con los autores actuales voy poco a poco, pero mantengo la mente abierta.

Cuando empecé a leer Historias de Belkin (1830) no pensé que iba a ser tan divertido a la vez que profundo y actual. Pero es que los seres humanos no variamos tanto por mucho que se empeñe la tecnología. Que unos relatos acerca de la vida rusa y sus particularidades propias de los años veinte y principio de los treinta del siglo XIX no resulten desfasados es de un valor inmenso, otro motivo para volver a los grandes, volver atrás y aumentar el conocimiento del ser humano independientemente de los detalles de cada época: vayamos a las fuentes y aprendamos de los mejores.

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Los cuentos de Historias de Belkin son divertidos e ingeniosos. Son cinco historias individuales y no relacionadas, anotadas por el difunto Iván Petrovich Belkin, que narraron originalmente cuatro individuos distintos. Mi favorito es “La parada de postas”, donde la tragedia se torna en melancolía, siempre presente en las obras rusas. Así pues, con temas como el honor, el amor, la familia o los duelos estos cuentos anuncian muchos de los caminos por los que evolucionaría la literatura del siglo XX, como sugieren esos distintos narradores y sus distintos puntos de vista, así como las palabras finales de uno de los cuentos: “Los lectores me disculparán por saltarme el innecesario deber de describir el desenlace de esta historia”. Pushkin es la avanzadilla, mucho más que Turgueniev, en mi opinión, de un nuevo modo de entender la literatura menos sujeto a normas y usos que emborronan el verdadero propósito del escritor. Y en esas nuevas formas, el lector se sitúa no como un ente abstracto y pasivo, sino como un “tú” presente en el texto y que deberá hacer un esfuerzo para dar un nuevo sentido, quizá el suyo propio, a esos cuentos. La imaginación los invade, su mirada es irónica, con toda probabilidad, una de las claves de su actualidad. Y si decíamos que es importante beber de las fuentes a veces lo es más atender a lo que nos dicen otros grandes autores que consideran a Pushkin un escritor fundamental, como indica F.M. Dostoievski:

“Pushkin fue el primer escritor que convirtió en arte la belleza del alma rusa, una belleza que había permanecido oculta hasta entonces, y que él se encargó de encontrar entre las gentes de nuestro país.”

Espero haberos dado unas pautas por las cuales debemos incluir alguna obra del gran maestro Pushkin en nuestra biblioteca.

P.D. Aún puedes apuntarte a mi taller online de crítica literaria en Culturamas.

 

ANTON CHEJOV: SOBRE LA MELANCOLÍA

chejovHoy comparto con vosotros mi primer artículo para la Revista Cultural Factor Crítico. Espero que os interese. Chejov es un genio que nunca debemos dejar de lado. Cuando empezaba a escribir tenía miedo de que nunca supiera qué decir. Como si se fueran a acabar los temas o dejara de tener voz. Bien, pues él proponía escribir sobre cualquier cosa, por ejemplo, un cenicero y, a partir de ahí, crear una historia. Es un gran ejercicio, a mí me funcionó. Pero, sin duda, destaca por su humanismo en la creación de los personajes a los que siempre rodea una bruma de tristeza, así pues, el artículo habla sobre la melancolía, que empapa todos sus textos. Espero que os interese y os adentréis en los cuentos del gran maestro.

Como siempre, gracias por seguirme, comentad, sugerid en bertadelgadomelgosa@gmail.com

JOHNNY CASH: «OUT AMONG THE STARS»

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Bob Dylan, Tom Waits, John Hiatt o Bruce Springsteen recogen el testigo de Woody Guthrie, que cantaba a la América profunda y beben de los grandes autores como Dylan Thomas o John Steinbeck. Todo y todos estamos en sus canciones porque un artista sólo absorbe la realidad y la explica, la canta, la grita para que no cerremos los ojos y lloremos si lo tenemos a bien. Hoy inicio una serie de hermosas canciones que son grandes historias. Empezamos con Johnny Cash y Out Among the Stars (Allá entre las estrellas) donde están reunidas las características de un relato breve, sólo una de tantas razones por las que creo que en esta canción, que parece una tonta canción country, vemos el reflejo del ser humano, lo que no es patrimonio exclusivo de la literatura.

Out Among the Stars tiene la atmósfera y el ritmo de una película del oeste donde el solitario cowboy cruza la llanura sabiendo que va hacia la muerte. El terrible sheriff espera para darle su merecido porque el salvaje oeste no es tierra para hombres débiles, lo que es, en realidad, un perdedor. Texas podía ser la tierra de las oportunidades pero no hay trabajo y el acceso a las armas es fácil. La ira y la angustia han hecho presa de este joven que va al encuentro de una muerte anunciada donde son tan perdedores como él los que acabarán con su vida. Todos tenemos nuestra carga y nuestras cicatrices y sólo parece que se sientan más fuertes estos agentes de la ley por el poder de las armas. La canción cambia de tono cuando el chico muere y Cash describe la situación. En la ciudad no se habla de otra cosa y las noticias dan detalles escabrosos, suponemos. Su padre dice que no superará la vergüenza. Ni siquiera después de muerto encuentra comprensión mientras el alegre estribillo repite que estamos cansados de llevar nuestra cruz y nuestro calvario y el autor se pregunta si no cambiaríamos las cosas si pudiéramos, si no nos gustaría a todos volar como las águilas, allá entre las estrellas.

Os dejo mi traducción:

Es medianoche en una tienda de licores en Texas
Hora de cierre, otro día se ha ido
Entonces, un chico entra por la puerta y apunta con una pistola
No puede encontrar un trabajo pero, Señor,  ha encontrado un arma

lo hace sin rastro de confrontación
y deja al viejo correr hacia la calle
Aunque sabe que vendrán y abrirán fuego
ya siente un gran alivio

¡Cuántos viajeros se cansan
de llevar su carga y sus cicatrices!
¿No crees que les encantaría empezar de nuevo
y volar como las águilas allá entre las estrellas?

Fotografía la llegada de los cruzados
Ve la ira, tan familiar, en sus ojos
Sabe que cuando estén disparando a este perdedor
estarán apuntando a sus propios demonios

¡Cuántos viajeros se cansan
de llevar su carga y sus cicatrices!
¿No crees que les encantaría empezar de nuevo
y volar como las águilas allá entre las estrellas?

 

Las noticias de la noche dan todos los detalles

Muere en cada sala de estar en la ciudad
En su propia casa se lanza con ira una botella
Y su padre grita: nunca superaremos esta vergüenza

¡Cuántos viajeros se cansan
de llevar su carga y sus cicatrices!
¿No crees que les encantaría empezar de nuevo
y volar como las águilas allá entre las estrellas?

Y volar como las águilas allá entre las estrellas

MILAN KUNDERA: EL LIBRO DE LOS AMORES RIDÍCULOS

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Como muchos de vosotros cuando tengo un libro en las manos ojeo la contraportada y veo de qué va. En este caso, bueno, no sé qué pensar. Es una cuestión de comas. Os dejo que lo leáis y me decís, ¿sí?

“Tal vez por haber sido escritas en el período (entre 1959 y 1968) más feliz de la vida de Milan Kundera, según sus propias palabras, estas narraciones son las más alegres, las más seriamente desvergonzadas y las más reflexivamente divertidas de su obra.”

        ¿Entonces? Dos opciones:

  1. El período entre 1959 y 1968 es el más feliz de Kundera, según sus propias palabras o,
  2. estas narraciones son las más alegres que ha escrito, según sus propias palabras.

 El hecho de no poder siquiera interpretar cuál son las verdaderas palabras del autor tiene su miga, no creáis. ¿Se necesita estar alegre para hacer algo divertido? ¿Cuando se es infeliz se escribe mejor? Estas comas mal puestas podrían parecer una tontería si no me hubiera reído más que un par de veces. Lo cierto es que es uno de los libros de relatos que vuelven a  mí por lo mal que lo pasé leyendo alguno de ellos que me han atormentado como sólo lo puede hacer Maupassant o Ian MacEwan. Temas que me fascinan por un lado y que me preocupan por otro son la humillación, la mentira, el suicidio, el amor, la amistad, lo que somos y lo que parecemos, el sexo, lo que nunca sabrán los demás de nosotros mismos, lo que jamás sabremos de nosotros mismos, la vejez, el dolor y la degradación física. Francamente, no veo la risotada por ningún sitio. En cualquier caso, y aunque yo carezca de sentido del humor o sólo vea el sentido trágico de la vida, os aseguro que es un libro que deberíais leer. Porque no es que sea tronchante, entendía que este autor no es un graciosillo, pero es que la burla del ser humano a mí me ha parecido terrible. Los personajes exagerados a veces son ridículos, lo que me parece fatal porque soy española y a los españoles nos avergüenzan las vergüenzas de los demás. La moralidad y la inmoralidad se mezclan con el daño que podemos hacer a los que nos rodean o a nosotros mismos. Y también está la fe o la falta de ella. Dios guiando a estos personajes del gran teatro del mundo. El que se ríe es Kundera. De eso no hay duda. Coge a sus personajes como a liliputienses que juegan a interpretar en un teatro sus miserias. Divertido, no diría. Imprescindible sí.