JOHNNY CASH: «OUT AMONG THE STARS»

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Bob Dylan, Tom Waits, John Hiatt o Bruce Springsteen recogen el testigo de Woody Guthrie, que cantaba a la América profunda y beben de los grandes autores como Dylan Thomas o John Steinbeck. Todo y todos estamos en sus canciones porque un artista sólo absorbe la realidad y la explica, la canta, la grita para que no cerremos los ojos y lloremos si lo tenemos a bien. Hoy inicio una serie de hermosas canciones que son grandes historias. Empezamos con Johnny Cash y Out Among the Stars (Allá entre las estrellas) donde están reunidas las características de un relato breve, sólo una de tantas razones por las que creo que en esta canción, que parece una tonta canción country, vemos el reflejo del ser humano, lo que no es patrimonio exclusivo de la literatura.

Out Among the Stars tiene la atmósfera y el ritmo de una película del oeste donde el solitario cowboy cruza la llanura sabiendo que va hacia la muerte. El terrible sheriff espera para darle su merecido porque el salvaje oeste no es tierra para hombres débiles, lo que es, en realidad, un perdedor. Texas podía ser la tierra de las oportunidades pero no hay trabajo y el acceso a las armas es fácil. La ira y la angustia han hecho presa de este joven que va al encuentro de una muerte anunciada donde son tan perdedores como él los que acabarán con su vida. Todos tenemos nuestra carga y nuestras cicatrices y sólo parece que se sientan más fuertes estos agentes de la ley por el poder de las armas. La canción cambia de tono cuando el chico muere y Cash describe la situación. En la ciudad no se habla de otra cosa y las noticias dan detalles escabrosos, suponemos. Su padre dice que no superará la vergüenza. Ni siquiera después de muerto encuentra comprensión mientras el alegre estribillo repite que estamos cansados de llevar nuestra cruz y nuestro calvario y el autor se pregunta si no cambiaríamos las cosas si pudiéramos, si no nos gustaría a todos volar como las águilas, allá entre las estrellas.

Os dejo mi traducción:

Es medianoche en una tienda de licores en Texas
Hora de cierre, otro día se ha ido
Entonces, un chico entra por la puerta y apunta con una pistola
No puede encontrar un trabajo pero, Señor,  ha encontrado un arma

lo hace sin rastro de confrontación
y deja al viejo correr hacia la calle
Aunque sabe que vendrán y abrirán fuego
ya siente un gran alivio

¡Cuántos viajeros se cansan
de llevar su carga y sus cicatrices!
¿No crees que les encantaría empezar de nuevo
y volar como las águilas allá entre las estrellas?

Fotografía la llegada de los cruzados
Ve la ira, tan familiar, en sus ojos
Sabe que cuando estén disparando a este perdedor
estarán apuntando a sus propios demonios

¡Cuántos viajeros se cansan
de llevar su carga y sus cicatrices!
¿No crees que les encantaría empezar de nuevo
y volar como las águilas allá entre las estrellas?

 

Las noticias de la noche dan todos los detalles

Muere en cada sala de estar en la ciudad
En su propia casa se lanza con ira una botella
Y su padre grita: nunca superaremos esta vergüenza

¡Cuántos viajeros se cansan
de llevar su carga y sus cicatrices!
¿No crees que les encantaría empezar de nuevo
y volar como las águilas allá entre las estrellas?

Y volar como las águilas allá entre las estrellas

DORIS LESSING: HISTORIAS DE LONDRES

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Podría daros muchas y variadas razones para leer a Doris Lessing porque es, y no era, una gran escritora, pero sólo os voy a decir algo que siempre he pensado y que ella ya había puesto en palabras: los hombres y las mujeres no somos tan diferentes. Si nos empeñamos en las diferencias nunca veremos las semejanzas y en estas Historias de Londres podemos observar todo tipo de personajes en los que comprender la esencia humana. Este volumen encierra 18 cuentos sobre las relaciones de esos hombres y mujeres en un Londres fiero, diverso y lleno de matices. Historias de padres e hijos, de amigos, de desconocidos que vemos en la calle. Historias de pobreza y desesperación ambientadas en los oscuros años 80 del siglo pasado que bien podrían ser los que vivimos hoy en nuestro país. La decadencia moral y la ruina económica que soportan los mismos de siempre no sólo es una denuncia. En una urbe hay muchos habitantes tan culpables y tan inocentes, tan inconscientes como los gobernantes de que sus propios actos afectan a los que nos rodean. Muchas son historias duras, intemporales, escritas, sin embargo, desde la compasión y la dulzura. Me encanta Doris Lessing y otras escritoras como Herta Müller o Yoko Ogawa (de la que hablaremos pronto) porque escriben para todos los lectores que quieren acercarse a la esencia del ser humano, como decíamos, oscuro y terrible en tantas ocasiones, lo que no nos puede privar de retener en la memoria las buenas acciones que podemos llevar a cabo si nos lo proponemos. Alguien debería preocuparse por los seres al margen, parece querer decirnos Lessing, sin olvidar a todos los demás ciudadanos que no son meros comparsas, que deberían percibirse desde fuera. Están ahí aunque a veces sería mejor que no estuvieran.