Es posible que el mundo haya sido terriblemente injusto con algunos genios, en concreto con John Fante, que podría haber tenido más éxito ¿o no? Bueno, quizá no lo buscaba, quizá el éxito sea algo relativo y ese sarcasmo, ese humor, esa visión deshumanizada y absurda de la vida no case con lo que viene siendo un best seller, que no quiere decir más que un libro se vende mucho, mucho. Además, Sueños de Bunker Hill sólo tiene 150 páginas y no le hace falta ninguna más, algo que no le vendría mal tener en cuenta a los tantos escritores que escriben y repiten y se copian en cada página con la esperanza de creerse más escritores ahora que han descubierto cómo es eso de poner una palabra detrás de otra, un cero después de otro en la cuenta bancaria. Fante la dictó a su esposa ciego y en sus últimos años de vida. Increíble.
Arturo Bandini, alter ego del autor y personaje principal, es repugnante, contradictorio, egoísta y metepatas y parece no tener fondo en sus ganas de caer más bajo y, sin embargo, se levanta con la profesionalidad de quien no es capaz de hacer nada bien salvo escribir, algo en lo que confía ciegamente. También huye con mucho estilo. El lector (yo, en este caso) no sabe si odiarle, no dejar de insultarle o darle una paliza, para mí, uno de los aspectos más importantes de la obra: es una creación excepcional. Después de su batería de ridiculeces y humillaciones varias sigue ahí, incombustible, como si hubiera salido de un libro de psicología positiva de esos de 400 páginas tan de moda. No os recomiendo esta novela, deberíais enmarcarla si creéis que la vida, en el fondo, es un asco, pero actuáis como Bandini y decís, si me voy de esta ciudad, si me voy de este trabajo, si dejo a estas personas… ¿y si empiezo de nuevo? ¿Y si sigo escribiendo? ¿Y si confío en mí?
PD. Encantada de veros por aquí de nuevo. Muchas gracias por no olvidaros de mí. ¿Habéis aprovechado estas vacaciones para leeros LOS QUE SOBREVIVEN NUNCA SON LOS MISMOS? Os dejo, para los que no conozcáis mi primer libro de relatos, un vídeo promocional. Sé que os gustará. Y sé que me lo contaréis. 😀
Por cierto, gracias MAS por presentarme a John. Te debo una.