ENRIQUE VILA-MATAS: SUICIDIOS EJEMPLARES

vila-matasYo no soy una de esas personas que se definen como lectores voraces de todo lo que cae en sus manos, entre otras cosas, porque no tengo tiempo suficiente para leer todo, así que me centro en lo que me apetece y a Enrique Vila-Matas (1948) no lo había leído hasta ahora porque era amigo de Soledad Puértolas, escritora que encuentro detestable y  (por aquello de los prejuicios de los que tú tampoco estás a salvo aunque me mires así) no me había acercado a su obra. Hasta ahora, y sólo porque un buen amigo me animó aduciendo eso de «precisamente porque crees que no te gusta seguro que te encanta». Así que compré, de segunda mano, eso sí, Suicidios ejemplares. El título ya nos lleva a las Novelas ejemplares cervantinas que tenéis en el enlace. ¿Y esto qué nos quiere decir? Pues que estamos frente a uno de esos escritores cultísimos que citan obras y a otros literatos en sus novelas (lo que le ha dado algunos problemas), motivo por el cual, existen distintos niveles de lectura en sus libros.

Con Suicidios ejemplares me ha ocurrido lo mismo que cuando voy al teatro (que me fascina) pero, a veces, aunque la obra me gusta, me salgo fuera del escenario y me fijo en todo lo que lo rodea: el telón, los focos, el resto de los espectadores. Quizá porque los actores me despistan. El tema del suicidio no puede ser más literario y aparece mucho en mis textos, pero la manera de afrontarlo en estos relatos me ha parecido impostada (por utilizar una de sus palabras preferidas). No es que no sea un gran escritor, ni que el libro no merezca la pena o que no esté acostumbrada a leer gran literatura, sino  que sus palabras me resultan afectadas. Me da la sensación de que no ha escrito sobre un tema que requiere, en mi opinión un acercamiento menos literario y más humano o menos humano pero más honesto (estoy pensando en Akutagawa Ryunosuke), sino que ha utilizado un tema inmundo que se ha convertido en elevado porque grandes genios acabaron con su vida.

Así pues, no puedo hablar de estos relatos porque Vila-Matas se regodea en todas las máscaras que es capaz de crear y se olvida de los personajes, de las historias y se centra en la técnica que retuerce las palabras y lo mucho que disfruta haciendo algo que se le da tan bien, por lo que él está siempre presente, como una mosca que no se aparta. Me lo imagino escribiendo delante de un espejo.

No obstante, incluso a algunos amantes un poco torpes les damos una segunda oportunidad, así que me voy a poner estupenda y algo condescendiente y leeré otro libro de Vila-Matas, sólo porque espero dejar de tener al escritor tan presente para introducirme en su obra. Por ahora creo que su sombra es tan arrogante como la sonrisa del guapo insoportable del bar .

¿Que sí? ¿Que no? ¿Me contáis? bertadelgadomelgosa@gmail.com ❤

AKUTAGAWA RYUNOSUKE: VIDA DE UN IDIOTA Y OTRAS CONFESIONES

akutagawa ryunosuke

«Es que no hay nadie que me haga el favor de venir y estrangularme silenciosamente mientras duermo?». Si creéis que este pensamiento es excesivo para los primeros días del año nuevo, esos momentos tan tiernos en los que creemos que vamos a cambiar en algo o que, al menos, se da la posibilidad de que sucedan cosas positivas, no leáis este libro. Como odio estas fechas, lo acabo de terminar. El prólogo de Carlos Rubio es excepcional, pero os aconsejo que lo leáis después. No hace falta tanta explicación para el desgarrador miedo a la locura. Sufría de alucinaciones, paranoias, era neurasténico e insomne y se suicidó tomando una dosis letal de Veronal (1892-1927).

Su angustia quedó plasmada en los relatos, autobiográficos, de este volumen. Al principio su prosa resulta despegada, como si nos mirara por encima del hombro y resulta algo engreído. Poco a poco, vemos cómo se apodera de él el miedo y, sobre todo, la vergüenza que siente por ser hijo de una demente, por su propia locura y nos lo intenta explicar, con una sinceridad abrumadora, para lo que baja de su pedestal. Somos los confidentes de sus visiones, de sus pensamientos más extremos.
El hecho de que no tolerara la luz del sol podemos tomarlo como una metáfora, ya que dejó de soportar la vida e intenta acercarnos a las simples y tristemente complejas explicaciones de un suicida. Es un libro que considero imprescindible siendo, como soy, una admiradora de la literatura japonesa. Encuentro, una relación con Kenzaburo Oe (os dejo un enlace a una de mis entradas) y el reflejo en papel de las visiones propias de la demencia.
Vida de un idiota y otras confesiones es un libro meláncolico que bebe de Goethe, Anatole France o Strindberg, los ídolos del autor y, sobre todo, del Raskolnikov de Dostoievski. Sin embargo, Ryunosuke no había cometido más crimen que llevar la locura en sus genes pero, claro, no siempre hay un porqué para morir, como tampoco lo hay siempre para vivir.