paley

 

Cuando algún libro o escritor me fascina especialmente suelo guardármelo como un tesoro, como si sólo me perteneciera a mí, como si dialogara conmigo y nadie más. Justo lo que me ha sucedido con Paley. Hace tiempo que leí Enormes cambios en el último minuto, pero sigo dando vueltas a su narrativa de la que, sin duda, os volveré a hablar.

Es probable que el nombre de Paley (New York, 1922-2007) no os suene. Hija de ruso-ucranianos socialistas exiliados por orden del zar en 1906, fue finalista del National Book Award y del Pulitzer en 1994Pero no ganó. Este tipo de cosas siempre me ha vuelto suspicaz con los concursillos que siempre parecen dados de antemano y me ha hecho recordar aquella cita de Béla Bartók: «las competiciones son para los caballos, no para los artistas» y que llevo grabada a fuego para no olvidarla.  En apenas tres libros de relatos breves consiguió el reconocimiento de otros autores como Philip Roth o Susan Sontag: Batallas de amor (1959), Enormes cambios en el último minuto (1974), Más tarde el mismo día (1985) todos reunidos en 1994 en Cuentos completos (Anagrama).

Se describía como una «feminista a la que le gustan los hombres» (¿Por qué no lo dije yo antes?) y una pacifista que luchó contra la proliferación de armas atómicas y alcanzó renombre en las protestas contra la guerra de Vietnam. Su espíritu combativo está en cada palabra, en cada coma. Uno espera encontrarse con un libro de relatos de «gente normal» como decía ella, pero termina con la boca abierta ante el poder casi destructivo de su prosa que lanza puñales y despelleja sin piedad para luego ser casi cariñosa. Posee un estilo difícil de imitar, la forma en la que hace hablar a sus personajes es nueva para mí. Y voy a decir más. Que una mujer escribiera de esta forma tan personal y tan contraria a las directrices paternalistas indica que se adelantó a su tiempo y sólo queda su reivindicación para terminar diciendo «fue finalista de…».

Los relatos que conforman este libro son tan sarcásticos que duelen y son divertidos y tristes, a veces. Hay conflictos amorosos y padres e hijos. Hay conflictos por habitar un mundo con poco dinero, muchos hijos y poca ilusión. Son personajes que se enfrentan a la vida porque no hay mucho más que hacer y que, sin embargo, nos dan valiosas lecciones. Leer a Paley es adentrarse en su mundo y preguntarse después cómo es posible que no la conocieras y cómo es posible escribir así. La respuesta a ambas preguntas es por su autenticidad.

PD. Queridos tod@s, quería disculparme porque la semana pasada no me fue posible dejaros una nota debido a los jaleos de último minuto ante la inminente publicación de mi próximo libro de relatos junto al fotógrafo masLucena, OSTRANENIE, y del que (os juro) ya queda menos para que os contemos más cosas. Haré lo posible para recuperar el tiempo perdido. Mientras, ¿qué me contáis? bertadelgadomelgosa@gmail.com ❤

9 comentarios en “GRACE PALEY: ENORMES CAMBIOS EN EL ÚLTIMO MINUTO

  1. Maravilla de las maravillas. Que una escritora presente estas virtudes humanas y estas dotes literarias, nos ayuda a recordar que la vida toda, no solo la literatura, es protagonizada por hombres y por mujeres. Ni sólo por unos, ni sólo por otras. Y lo mismo puede decirse de la defensa de las grandes causas, pues son las causas de una gran raza humana que debería ser mejor de lo que es. Abrazo desde México.

  2. Berta encontre cuentos de Amy hempel y lorrie More, ademas de Grace… Buena cosecha… El de Grace ya se encuentra en purocuento y leo tus apunte que me sugieren a buenos autores. Gracias mil berta . tu columna es orientadora y educativa. .. besos y rosas.

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